EL TRANSPLANTE
A. Van Hageland
El gran mago observaba con mirada severa al malhechor que estaba en pie frente a él. El acusado, con la cabeza bien erguida, parecía no tener conciencia de la importancia de su crimen.
— Ha pecado usted gravemente contra los planes cósmicos que yo había trazado; más gravemente de lo que usted cree —le dijo — . ¿Sabía, sin embargo, que está prohibido propagar ideas contrarias al orden establecido?
El acusado no respondió.
— Usted conocía las consecuencias de un acto de tal gravedad — continuó diciendo el gran mago — , por lo tanto será usted trasplantado.
El condenado perdió de pronto toda su seguridad y cayó de rodillas.
— ¡No, por favor, se lo suplico! — gritó — . Hágame sufrir aquí durante miles de años, durante todo el tiempo que crea necesario. Pero no me condene al más atroz1 de los suplicios.
Impasible, el gran mago apretó el botón de esmeralda que había sobre su mesa de trabajo. Brotó un resplandor color malva. Y en el lugar donde el condenado se encontraba hacía sólo unos instantes, no se veía ya nada.
Al mismo tiempo, allá abajo, en la Tierra, un llanto infantil anunciaba un nuevo nacimiento.
Hageland, A. Van. "El trasplante". En: Las mejores historias de terror. España, Editorial
Bruguera, 1975. p. 243.
Venusinas
Las primeras llegaron al comenzar el mes de mayo. Eran tan bellas que hicieron soñar a los hombres a lo largo de los días y a lo largo de las noches.
Poco se tardó en saber que no eran nada hurañas, y los hombres se transmitieron la nueva. Poseían un refinamiento tal para amar que dejaban muy atrás a sus rivales terrestres. El número ya grande de solteras aumentó. Y seguían cayendo del cielo, más atractivas que nunca, eclipsando2 a la mujer más maravillosa. Sólo ellas contaban para los hombres, y además no
resentían el paso del tiempo, ellas no envejecían.
Mucho tiempo pasó antes que se dieran cuenta de que eran estériles.
Así que, cuando medio siglo más tarde llegaron los robustos venusinos, sólo quedaban en la Tierra hombres decrépitos y mujeres ancianas.
Tuvieron con ellos muchos cuidados y los trataron sin brutalidad.
Versins, Fierre. "Venusinas". (Adaptación). En: El libro de la imaginación. México, Universidad
de Guanajuato, 1970. p. 130
1. Atroz, fiero cruel, inhumano.
2. Eclipsando: superando,
venciendo.
3. Decrépitos: ancianos,
viejos, achacosos.
Fierre Versins
me gusto mucho su letura de EL TRANSPLANTE mas o menos ke libro ke leei otro le dijo soy alumno 1k aki dejo mi correo ke agrege tengo varias pregunta sober la tarea ke estoy haciendo....
ResponderEliminarx_x
perdo no deje mi correo ._. es dark_inframundo@hotmail.es haaaaaaaa adios maestra XD
ResponderEliminarsoy venokyline
ResponderEliminarhola megusto mucho la lectura venusina
ResponderEliminarHOLA MAESTRA LA LECTURA ESTA MUY
ResponderEliminarBUENA SOBRE TODO EL TRANSPLANTE.
ola maeztra me guzto la lectura del transpante
ResponderEliminaraammm me medio wusto el de transplante porq alo ultimo lo encarnan a un ser humano y el no qria
ResponderEliminarla del venusinas casi no le entendi parecia como un poema algo haci.
aa buena esa de poner las palabras q algunos no conocen u.u